PARECE QUE "ALGO" VA COMPRENDIENDO LA JUNTA

La Plataforma Salvar El Palmar lleva varios meses pidiendo al Ayuntamiento de Vejer y a la Junta de Andalucía que, en lugar de dar carta blanca a los grandes promotoras para construir macrohoteles en los extremos vírgenes de la Playa de El Palmar, se ocuparan de ayudar a los pequeños negocios, restaurantes y alojamientos de la zona. O lo que es lo mismo, que se dejaran de los delirios urbanísticos con los que ya han sepultado kilómetros y kilómetros de nuestras costas, para apostar por un modelo de turismo rural que diversificara la riqueza entre los habitantes de El Palmar, y que respondiera a lo que realmente quiere y busca el 99% de los turistas que acuden a El Palmar.

En esa línea, la Plataforma Salvar el Palmar siente como un pequeño triunfo que la Junta de Andalucía vaya a permitir que los vecinos de El Palmar puedan abrir y desarrollar alojamientos rurales y comercios, tal y como consta en la modificación que acaba de introducir en el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de El Palmar.

Parece que “algo” va comprendiendo. Pero no pequemos de optimismo. En la Junta siguen pensando que los pequeños negocios de los vecinos pueden convivir con un resort de más de 1300 plazas, que incluirá restaurantes temáticos, supermercados, tiendas, y todos esos típicos servicios de pulserita en mano, que sirven para retener al turista dentro. No, señores de la Junta, no. No conocemos ningún acuario en el que convivan las sardinas y los tiburones. No se aprovechen de la buena voluntad de los vecinos del Palmar para hacerles soñar con algo, que se romperá estrepitosamente el día que pongan en marcha todos los complejos hoteleros a los que quieren dar luz verde en El Palmar, en Mangueta, en el Faro de Trafalgar etc...

Y además, la Junta sigue de espaldas a una rotunda realidad: la inmensísima mayoría del turista que acude habitualmente a Trafalgar, lo hace precisamente, por ser una de las pocas zonas que están libres de complejos turísticos al uso. Lo hacen, porque les gusta ese carácter rural, esos pequeños negocios y establecimientos que caracterizan Palmar. Por eso, seguir adelante con los proyectos hoteleros es una gran irresponsabilidad, pues el turista habitual que ya llena y caracteriza al Palmar, dejará de acudir a este privilegiado enclave cuando vea desaparecida su singularidad. Y eso sí será el definitivo final de esos pequeños negocios que ahora, no sabemos si por oportunismo político, dicen apoyar.

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