El consejero de WWF-México Exequiel Ezcurra explicó en una rueda de prensa que el proyecto urbano-costero representa una seria amenaza para la sustentabilidad económica, social y ambiental del Golfo de California, donde se localiza.
Ezcurra hizo hincapié en que su consecución acarrearía impactos negativos previsibles en el área natural protegida Cabo Pulmo, ubicada a 17 kilómetros del complejo en construcción, "descrita por la comunidad científica como la reserva marina más saludable del mundo".
"Proyecto aprobado en contra de la opinión pública"
"Es un proyecto mal autorizado, mal consultado, aprobado en contra de la opinión pública y de la opinión interna de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como de toda la evidencia científica que aconsejaba no autorizarla", recalcó.
Aceptar sin decir nada la destrucción de un ecosistema tan valioso e importante para las comunidades locales, agregó, "sería un crimen para las generaciones futuras".
La viabilidad del proyecto también la puso en duda el director general de WWF-México, Omar Vidal, quien sostuvo que éste tendría una infraestructura por lo menos dos veces superior a la del municipio con más desarrollo turístico del estado, Los Cabos, que es de 11.026 habitaciones, de las cuales prácticamente la mitad permanece desocupada a lo largo del año.
Indicó también que Cabo Pulmo es un ejemplo de los beneficios ecológicos que brindan los ecosistemas saludables, "un modelo de desarrollo ambiental, social y económicamente exitoso reconocido internacionalmente".
Argumentos similares han sido esgrimidos desde mediados del año pasado por diversas ONG como Greenpeace y Wildcoast/Costa Salvaje, que abogan por la cancelación de los permisos otorgados a Hansa Urbana para levantar en la zona un complejo valorado en 2.000 millones de dólares.
La Compañía asegura que sus edificaciones "no afectarán a Cabo Pulmo"
La compañía a cargo de esta construcción, sin embargo, aseguró la semana pasada que sus edificaciones "no afectarán a Cabo Pulmo", y se dijo blanco de una campaña de "desinformación".
El director de Cabo Cortés, Jesús Guilabert, declaró que las construcciones ocuparán parte de un terreno de 3.800 hectáreas, de las cuales 2.500 hectáreas serán de reserva ecológica y 1.300 estarán destinadas para el desarrollo, además de señalar que serán erigidas en cinco fases que tardarán alrededor de 30 ó 40 años.
Cabo Cortés "no va a aparecer de un día para otro", y "crecerá de manera ordenada", afirmó.
Esta área natural acoge el único arrecife coralino del Golfo de California, uno de los más antiguos del Pacífico americano, que fue designado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura en 2005. EFE
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